conloquendicausa

No digo nada nuevo si digo que los jubilatas estamos instalados en nuestras pequeñas manías. Las manías, a lo que se ve, son posiciona...

Me pregunta Tomás, de coña, si "voy a hacerme eco" -frase muy utilizada por un periodista de su ciudad, me dice- de mi estancia e...

Tras incontables consultas a los más conspicuos astrólogos del mercado mundial del ramo, y previa reunión tumultuosa de los santones pos...

En este barrio de jubilatas, nacido en los años cincuenta del pasado siglo, la caída demográfica de la población autóctona ha dado paso a un...

Creería el improbable lector, si ha leído en una entrada mía anterior que pensaba ir este verano a lugares donde las conexiones a Internet y...

Leo en la prensa que la que fue CTNE (la popular Telefónica, empresa de telecomunicaciones propiedad del Estado Español cuando el Estado era...

El caso es que cuando decía por ahí que iba a pasar una semana en el Valle de Mena, todos ponían cara de extrañeza: ¿Y eso por dónde cae?Pue...

Últimamente está muy de moda eso de rescatar países, incluso si los interesados no están nada conformes con la manera en que se lo imponen. ...

M* es una mujer extraña. Próxima a la cincuentena, retraída y asustadiza, es una de esas personas que rehuyen el trato con los demás con el ...

"Como ave precursora de primavera, en Madrid aparece la violetera, que pregonando, parece golondrina que va piando..." No sé si el...

Ya sé que acabo de fusilar malamente el título de una novela de Susana Tamaro, pero lo hago en la confianza de que el improbable lector se l...

Ya se sabe cómo somos los jubilatas. Con eso de la edad provecta, las neuronas se nos van fundiendo y las que nos quedan s...

No me sorprenderá que el improbable lector, si tiene la paciencia de leer esta modesta y un poco larga entrada, llegará a la consecuencia de...