De vez en cuando hablo en esta bitácora de ellos. Ya sé que es un tema poco conocido entre el común de la gente, y que un número no muy grande de personas los conoce y disfruta localizándolos y dejando constancia de su existencia. Son, sobre todo, personas que aman la naturaleza y viven el montañismo con intensidad; disfrutan observando las especies vegetales de nuestras montañas y campos, y, a veces, profundizan en su conocimiento ¿Quién, entre los aficionados a la naturaleza, no siente el placer de pasear por un bosque de robles, o por los hermosos pinares de nuestra Sierra? Si, además, se esfuerza en la localización y descripción de un árbol tan especial como el tejo (Taxus Baccata) – esta especie tan escasa en el Sistema Central –, puede convertirse en un experto que no sólo disfruta de su afición, sino que pretende transmitir sus conocimientos para que, a través de su difusión, se fomente el amor a la naturaleza.
Pues bien, con esta idea de dar a conocer algunos trabajos sobre el tejo, dejo aquí dos enlaces. En uno de ellos, el amigo Guillermo García Pérez, desde Madrid, explica cómo llegó a interesarse por la toponimia del tejo. El otro corresponde a un amigo asturiano (Fernando Justiniano, a quien no conozco personalmente) cuyo blog tengo entre mis favoritos, y que lleva mucho tiempo localizando y describiendo la ubicación de tejos en Asturias, y su estado de conservación, con hermosas fotografías.
Espero del improbable lector de esta bitácora que no deje de echar un vistazo a ambas informaciones. A lo mejor siente curiosidad y trata de identificarlos en parques y jardines (en el Parque del Retiro de Madrid hay una espléndida colección de ellos). Incluso en nuestro modesto parque del Calero, cerca de casa, hay un pequeño tejo entre las calles Virgen del Lluc y José del Hierro, del que dejo la foto que encabeza esta entrada.
Pues bien, con esta idea de dar a conocer algunos trabajos sobre el tejo, dejo aquí dos enlaces. En uno de ellos, el amigo Guillermo García Pérez, desde Madrid, explica cómo llegó a interesarse por la toponimia del tejo. El otro corresponde a un amigo asturiano (Fernando Justiniano, a quien no conozco personalmente) cuyo blog tengo entre mis favoritos, y que lleva mucho tiempo localizando y describiendo la ubicación de tejos en Asturias, y su estado de conservación, con hermosas fotografías.
Espero del improbable lector de esta bitácora que no deje de echar un vistazo a ambas informaciones. A lo mejor siente curiosidad y trata de identificarlos en parques y jardines (en el Parque del Retiro de Madrid hay una espléndida colección de ellos). Incluso en nuestro modesto parque del Calero, cerca de casa, hay un pequeño tejo entre las calles Virgen del Lluc y José del Hierro, del que dejo la foto que encabeza esta entrada.
Perdóneme la gracia, don Juan José, que ya sé que no es de muy alto nivel, pero que entre tanta noticia desagradable puede alegrar, aunque sea modestamente un poquito la mañana a alguien: ¿podríamos decir, con propiedad, que cuando alguna persona se pega un golpe contra un tejo se ha dado un "taxus baccatazo"? Perdone de nuevo porque sé que su blog es serio, pero como entre tantas desgracias quizá un poco de humor... ya me entiende. Discúlpeme.
ResponderEliminarPermítame que sea yo quien responda.
ResponderEliminarNo exactamente, doña Angustias. Además del taxus baccata, existe el taxus fastigata. No es lo mismo darse un "baccatazo" contra un taxus que sentarse a sus pies cuando está "fastigata". ¿Comprende la sutil diferencia?