Según el dicho popular, a todos los
tontos se les aparece la Virgen. Igualmente podríamos decir que a todos los
jubilatas se nos ha aparecido la ministra Báñez. Metafóricamente hablando,
claro está; para ser más exactos, se nos ha aparecido en forma de carta. Ya sabemos que la ministra de Empleo y Seguridad Social no tiene el
don de la ubicuidad, lo que no deja de ser un alivio para los sufridos
pensionistas, si bien se mira.
Según las estadísticas de su
ministerio, para diciembre de 2013 éramos 8.315.826 pensionistas. Menudo trabajo para la
señora si tuviese que aparecerse a todos y cada uno de nosotros, y menudo susto
para nosotros si se nos apareciese su cuerpo astral trayéndonos la buena nueva
de que las pensiones han subido un 0,25% en 2014. Un exceso de emoción que
llevaría a la tumba a más de uno, descabalando las tablas que con tanto afán
elabora su Departamento.
Para los jubilatas, y sobre todo
para los parados, la Báñez – según la
llamamos familiarmente en casa – es como de la familia. De ella dependen los
garbanzos de los primeros y los inalcanzables puestos de trabajo de los
segundos. Somos en sus manos estadísticas fluctuantes, agregado de unos 14
millones de individuos que le proporcionamos incontables dolores de cabeza. Uno
se hace cargo de que, ni con ayuda de la Virgen del Rocío, le cuadren las
cuentas presupuestarias.
Por esa razón, porque uno sabe que
la ministra tiene un trabajo complicado, uno no quiere quejarse demasiado, que
la pobre ya hace bastante con subirnos ese cuartillo de punto anual, a los del
bando jubilata, y pedir el favor divino para mejorar las estadísticas del paro,
para los segundos. Por esa razón, también, nos hemos alegrado un montón cuando
hemos recibido en casa la carta donde nos notificaba la subida. Un subidón de
alegría nos ha producido saber que la Báñez
se acordaba de nosotros y, con tantos problemas como tiene, haya sacado un
ratito para asegurarnos que “… las pensiones subirán todos los años sea cual
sea la situación económica y que nunca podrán ser congeladas”.
La certeza de que “nunca podrán ser
congeladas”, por un lado, proporciona tranquilidad a nuestras economías
domésticas, pero por otro, a título meramente personal, a este jubilata le
inquietan. ¿Ese “nunca” significa que piensa seguir en el puesto
indefinidamente? Porque, vamos a ver ¿Cómo va a garantizar que “nunca podrán
ser congeladas (las pensiones)” si deja el ministerio de Empleo y Seguridad
Social un año de estos? Y si no piensa dejarlo jamás de los jamases y, lo que
es peor, no lo hace, al paso que vamos, con subidas de a cuartillo porcentual,
van a quedar nuestras cuentas corrientes famélicas, mientras que nuestras
dentaduras postizas saldrán a ganarse el sustento por los contenedores de
basura.
Total, mientras este jubilata se
preguntaba si ese “nunca” era una promesa o una amenaza, se había olvidado de
lo más importante: en dineros contantes ¿de cuánta pasta estamos hablando,
señora ministra? Nadie se piense que a ella se le ha olvidado decirlo o ha
hecho una pirueta para ocultarlo, que no. Tras una resta elemental, claramente
lo decía el papel: 3,25 euros mensuales netos. De verdad, amiga Báñez, queda
usted invitada a un café.
Sepa que en esta casa, todos los
primeros de mes, tendrá encima de la mesa un café calentito, pagado con los
3,25 euros de subida. Eso sí, tendrá que venir sin escoltas ni asesores ni
prensa adicta, que para todos no llega. Y no se preocupe por su seguridad
personal, el Barrio de la Concepción es, de momento, lugar tranquilo (el efecto
contagio Gamonal aún no ha llegado) y nosotros somos jubilatas educados en el
sentido de la hospitalidad.
Una huésped siempre es sagrada, más siendo devota de
la Virgen del Rocío, de quien tantos favores esperan los parados de este país.
Como decía el cartero de "Crónicas de un pueblo", y digo yo, a ver cuando nos deleita con un cachondeíto sobre los compañeros de la UGT de Andalucía, sus gastos y sus facturas no de todo a cien si no de todo a cien mil, etc. Venga, hombre, ¿o es que no le gusta herir sensibilidades por ese lado?
ResponderEliminarDoña Reme, esos son tan aburridos que no dan juego. Si al menos invocaran a la Macarena en sus enjuagues, se les podría sacar algún jugo...
ResponderEliminarA lo mejor si hubiesen incorporado a la "subida" lo que les han costado las cartas habría dado para más y habrían ahorrado un insulto a la inteligencia los jubilatas.
ResponderEliminar... pues ya puedes imaginarte Juan, si en tu caso te han subido 3,25, de lo que se desprende una pensión de (+/-) unas 1.320€/mes, lo que esta "devota" de la Virgen del Riocío (mi hospitalidad no llega a tanto) ha determinado en otras situaciones es más grave aún: Sé de un caso (por lo tanto habrá miles) es pensionista por Incapacidad Permanente Absoluta por Accidente de Trabajo sufrido hace 44 años. La sentencia judicial determinó ese grado de invalidez y el derecho a una pensión vitalicia del 125% del Salario Mínimo Interprofesional de entonces equibalente al salario de convenio del sector. Desde entonces hasta hoy las subidas aplicadas le han discriminado la cuantia actual que percibe hasta enero de 2014 (635,56€) en dos conceptos que la dividen en casi dos mitades obscenas: a) = 381,39€ a lo que califican como importe mensual de la pensión, y sobre los que unicamente se le aplica la cacareada subida del 025%, y b) las restantes 380,73 a las denominan complementos a mínimos y sobre las que no se aplica subida alguna. Se olvidan así del derecho originario del 125% del SMI. y se le aplican subidas con esta inspiración divina por los distintos gobiernos de turno. Este es el concepto de justicia que tienen los que nos desgobiernan y viven como viven, a costa de los demás a los que esquilman y empobrecen. Por eso y por otras muchas injusticias más y más graves aún si cabe, los que no tienen nada que perder tienen más que razones suficientes para desear la llegada, lo antes posible, de la revolución social con lo que ello implica.
ResponderEliminarLa verdad es que el asunto de que hablas no es para hacer chistes, como el de mi jubilación. Incluso el pitorreo a costa de la ministra es algo que solo está al alcance de quienes tenemos un pasar razonable; quienes viven con pensiones de miseria bastante tienen con sobrevivir.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarEn esta página no nos gustan las groserías. No es bien venido
Eliminar