miércoles, 21 de mayo de 2014

Tu amigo el Banco.-


Aun a riesgo de desvelar los entresijos financieros domésticos, este jubilata ha decidido poner en conocimiento del improbable lector esta carta, dirigida al Banco de España a propósito de una cuenta corriente que no le permiten cancelar:

"Señores,
Soy titular, junto con mi esposa, de la cuenta corriente IBAN: xxx xxx, abierta en el Banco de Sabadell CAM, c/ José del Hierro, 66, 28027 Madrid.
Desde hace tiempo esta cuenta no está operativa, por lo que decidimos cancelarla, razón por la cual me he presentado en la sucursal 5523, donde está abierta, con intención de darla de baja.
Me informa el empleado que, al estar asociada a un producto financiero (Bonos Subordinados de la CAM), no puede cancelarse sin cancelar previamente dichos bonos. Todo lo más que consiente el banco es dejar de cargarnos los 12 € trimestrales con los que penalizaba el mantenimiento de la cuenta al no tener movimientos.
Como Vds. saben sobradamente, una gestión fraudulenta de la CAM por parte de sus responsables la llevó a la ruina, haciendo que a algunos miles de ahorradores nos estafasen distintas cantidades de dinero: en nuestro caso, 5.000€, volatilizados gracias a los juegos de manos de quienes debían administrarlos lealmente y solo pensaron en su propio provecho.
La cuestión que planteo es la siguiente: Si hemos sido objeto de un fraude que el llamado rescate bancario ha sancionado, ¿qué objeto tiene obligarnos a mantener una cuenta inactiva, asociada a un producto financiero de valor 0€ e irrecuperable?
Según entiendo, se debe a una norma dictada por ese Banco de España, que tiene todo su sentido en cuanto que cada inversión ha de asociarse a una cuenta con la que operar; pero cuando la inversión ha perdido todo su valor monetario y también la posibilidad de revalorizarse en el futuro, mantener abierta una cuenta inoperante roza el absurdo. Vincular una cuenta en letargo a unos bonos subordinados periclitados es, si se me permite el símil, como encadenar a la viuda a la tumba del marido difunto: el uno no resucitará y la otra languidecerá entre fuegos fatuos.
Como ciudadano afectado por un absurdo normativo (si es cierto que la norma obliga a su cumplimiento, con independencia de su efectividad), permítanme sugerirles que aquélla se actualice, de forma que las cuentas corrientes se desvinculen de aquellas inversiones fallidas y nunca negociables por su carencia de valor en el presente y en un futuro previsible.
Ya que los bonos subordinados de la CAM murieron de muerte alevosa, al menos, permítanme que la cuenta corriente asociada muera de muerte natural.
Atentamente,"

2 comentarios:

  1. Muy fino, sí señor. A ver qué le responden. Si le responden, claro.

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  2. ja, ja, me parece estupendo, es más te recomendaría que enviaras esta misiva a algún periódico, seguro que más de uno/una está de acuerdo contigo

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