Aun a riesgo de desvelar los entresijos financieros domésticos, este jubilata ha decidido poner en conocimiento del improbable lector esta carta, dirigida al Banco de España a propósito de una cuenta corriente que no le permiten cancelar:
"Señores,
Soy titular,
junto con mi esposa, de la cuenta corriente IBAN: xxx xxx,
abierta en el Banco de Sabadell CAM, c/ José del Hierro, 66, 28027 Madrid.
Desde hace
tiempo esta cuenta no está operativa, por lo que decidimos cancelarla, razón
por la cual me he presentado en la sucursal 5523, donde está abierta, con
intención de darla de baja.
Me informa el
empleado que, al estar asociada a un producto financiero (Bonos Subordinados de
la CAM), no puede cancelarse sin cancelar previamente dichos bonos. Todo lo más
que consiente el banco es dejar de cargarnos los 12 € trimestrales con los que
penalizaba el mantenimiento de la cuenta al no tener movimientos.
Como Vds. saben
sobradamente, una gestión fraudulenta de la CAM por parte de sus responsables
la llevó a la ruina, haciendo que a algunos miles de ahorradores nos estafasen
distintas cantidades de dinero: en nuestro caso, 5.000€, volatilizados gracias
a los juegos de manos de quienes debían administrarlos lealmente y solo
pensaron en su propio provecho.
La cuestión que
planteo es la siguiente: Si hemos sido objeto de un fraude que el llamado
rescate bancario ha sancionado, ¿qué objeto tiene obligarnos a mantener una cuenta
inactiva, asociada a un producto financiero de valor 0€ e irrecuperable?
Según entiendo,
se debe a una norma dictada por ese Banco de España, que tiene todo su sentido
en cuanto que cada inversión ha de asociarse a una cuenta con la que operar;
pero cuando la inversión ha perdido todo su valor monetario y también la
posibilidad de revalorizarse en el futuro, mantener abierta una cuenta
inoperante roza el absurdo. Vincular una cuenta en letargo a unos bonos
subordinados periclitados es, si se me permite el símil, como encadenar a la
viuda a la tumba del marido difunto: el uno no resucitará y la otra
languidecerá entre fuegos fatuos.
Como ciudadano
afectado por un absurdo normativo (si es cierto que la norma obliga a su
cumplimiento, con independencia de su efectividad), permítanme sugerirles que aquélla
se actualice, de forma que las cuentas corrientes se desvinculen de aquellas
inversiones fallidas y nunca negociables por su carencia de valor en el
presente y en un futuro previsible.
Ya que los bonos
subordinados de la CAM murieron de muerte alevosa, al menos, permítanme que la
cuenta corriente asociada muera de muerte natural.
Atentamente,"
Muy fino, sí señor. A ver qué le responden. Si le responden, claro.
ResponderEliminarja, ja, me parece estupendo, es más te recomendaría que enviaras esta misiva a algún periódico, seguro que más de uno/una está de acuerdo contigo
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