Así solían llamarse, en tiempos, las noticias que fabricaban los
medios de comunicación en verano para llenar papel diario, faltos de noticias
de interés porque todo el mundo estaba de vacaciones agosteñas. Los hechos
noticiables eran escasos y aburridos y las rotativas no tenían con qué
alimentar el papel continuo, así que se inventaba una serpiente que devoraba
bañistas (dicho a modo de ejemplo), y ya tenían materia para ir aguantando
durante las semanas de agosto, hasta que el Invicto volvía de pescar salmones
en Asturias.
Siguiendo esa dinámica, este jubilata ha ido llenando sus vacaciones
serranas escribiendo cartas al improbable lector desde la casa y museo donde
suele vacar estos últimos veranos. Eso hasta que la santa y un servidor nos
hemos ido unos días a Pamplona, huyendo de los ruidos a puro decibelio asesino
y del incivismo de las fiestas agosteñas en Rascafría. Fiestas patronales que
llenan nuestra calle Ibáñez Marín de meadas y clínex húmedos alineados en la
tapia, como fusilados, con menosprecio al decoro y la higiene pública, y el
pobre arroyo Artiñuelo que convierten en un vertedero de envases y plásticos.
Claro está, son subjetivaciones - digámoslo así - y gruñidos de un jubilata setentón,
así que el improbable lector no tiene por qué tomárselos al pie de la letra. Ya
se sabe, llegados a cierta edad nos volvemos reaccionarios de izquierdas (como
suele decir Raúl) y no tenemos aguante.
Pues resulta que, seis días en la capital del Reyno de Navarra,
leyendo el diario (así llaman popularmente por estas tierras al Diario de
Navarra), han sido como un toque de atención de la realidad que se está
viviendo estos días en ambos reinos: el de la patria chica y el de España
(dicho sea sin que hablar de ellos, los reinos, signifique tomar partido por tal opción).
Y como si fuesen las vidas paralelas de las que hablaba Plutarco, en
ambos reinos, dos noticias, cada cual en su terreno, han llamado la atención de
este lector y le han hecho dar vueltas al majín. En Pamplona, la serpiente (o sapo) que
se ha tragado el gobierno cuatripartito con lo del Gaztetxe Maravillas, comuna
libertaria montada en el antiguo palacio del Marqués de Rozalejo, propiedad de
gobierno de Navarra, ocupado por una amalgama de gente de Bildu, anti sistemas
puros, okupas en ejercicio, feminismo de brega, radical/nacionalistas, anarquismo y
cualquier desencantado con el sistema capitalista. Una especie de falansterio
de fraternidad universal – propiedad de todos los navarros, pero usufructuado
por los anti – en el que no cabemos los que cobramos pensión, o viven de su
nómina y pagan IRPF, ni otros subyugados por el capitalismo y el Estado
centralista, sin previa y explícita renuncia a ellos.
Doña Uxue Barkos, presidenta de la comunidad foral y miembro de Garoa
Bai – una especie de sucursal del PNV en Navarra – tiene que lidiar con sus
socios de gobierno EH Bildu/Podemos, por un lado, y con la ciudadanía por el
otro. En medio, el célebre Gaztetxe Maravillas, un paraíso igualitario
desalojado por los forales el pasado día 20 y reokupado horas después, con
dejación de obligaciones (y consentimiento, según malas lenguas) por parte del
gobierno foral, ya que ha renunciado a un nuevo desalojo, primero, y recuperación, después, de la
propiedad pública. “No puede
considerarse que el uso actual del inmueble por personas distintas del
propietario sea un mantenimiento contrario a la voluntad del titular", ha dicho el juez en su auto. Si el cuatripartito se la
envaina, el juez no tiene más qué decir, así que los forales quietos paraos. Y los ciudadanos, maravillados.
Lo
del paralelismo plutarquiano venía al caso porque aquí, o sea, en todo el Estado
español, a Pedro Sánchez también le están saliendo unos granos independentistas
que le tienen todo el verano en un puro rasca-rasca. Eso del Torra incitando a
sus huestes a atacar al injusto Estado español es para amargarle las vacaciones
a cualquier pedrosánchez; más si el conglomerado PP/Ciudadanos entra al juego y
le hacen bullying al buen chaval que es Pedro en pleno patio de recreo.
La cosa
es de tratamiento antidepresivo si todos se ponen de acuerdo (independentistas
catalanistas y nacionalistas españolistas) para joderle el verano y la
gobernanza al bueno de Sánchez. Quien, como ya sabemos, es hombre de maneras
tranquilas y de diálogo con no importa qué agitadores de banderas. Por esas cosas
de la política, resulta que tanto montan los Puigdemones/Torra enrabietados de
amarillo como los Casado/Albert, aprendices
de líderes carismáticos de unidad de destino en lo universal.
Y
este jubilata, que le da demasiadas vueltas a las cosas, pensaba, en pura
teoría y por tratar de entender: ¿Podrá extrañar a nadie que un Estado soberano,
aunque solo sea por puro instinto de supervivencia, replique con contundencia a
una amenaza de agresión tan explícita? ¿Qué dirá a sus ciudadanos si, como el
cuatripartito navarro, se la envaina, calla y otorga? ¿Qué autoridad tendrá para
exigir el cumplimiento de las leyes a sus gentes? Amarillo me pongo de darle
vueltas a tanto interrogante sin respuesta clara.
Por
eso, regresamos a Rascafría, donde confiamos que los servicios municipales de
limpieza hayan limpiado los purines de tanta vejiga juvenil como desaguó en
nuestra tapia; hayan restituido la limpieza del cauce del sufrido Artiñuelo, y un servidor pueda hacer largas caminatas por robledales y pinares. Que tampoco pide mucho
este jubilata: disfrutar de la naturaleza por unos días más y poner entre
paréntesis las cosas de la política, hasta que septiembre nos asenderee por los
caminos habituales del día a día.
Pues así es: o las autoridades se enteran de que se llaman así por ser autores de sus actos y no encubridores de los desacatos de algunos desafectos, o esto se va a tomar viento.
ResponderEliminarDe todos modos, no preocuparse pues entre Tramp (huy! Trump) y los chinos, dentro de poco solo nos cabrá decir amén al nuevo estado mundial autoritario. Y entonces será el llanto y el crujir de dientes, pues ellos serán los nuevos y únicos okupas. Digo
Ay, esa equidistancia... Y qué decir de ese "en todo el Estado español"... D. Juanjosé, que es "en toda España", o "en todo el país". El "Estado español" no es lo mismo, pero es lo que algunos utilizan para no decir España o para no molestar a los que no les gusta decir España como país. No caiga en eso, hombre. O usted habla de el Estado francés cuando se refiere a Francia como país. Usted tiene más nivel, hombre, no se apoque.
ResponderEliminarSe ve que el Torra y un servidor estamos del mismo lado en eso de "el Estado", mira por donde.
EliminarY quién lo iba a sospechar de un viejo funcionario del Estado.
Es que usted habrá sido funcionario del Estado, eso no se duda, con mayúsculas, como "conjunto de los órganos de gobierno de un país soberano". ¿Ve usted la diferencia? Puede decir que el tal Torra es el representante del Estado en Cataluña, pero usted es un ciudadano de España, no del Estado.
EliminarO, si no quiere molestar a alguno de sus lectores, usted es un ciudadano del país (que igual prefieren, dicho de paso, el diario.es). Pero no sea tan equidistante, hombre.
EliminarGraciosa idea la de que no quiero molestar. Siempre hay alguien dispuesto a ello, como queda demostrado.
EliminarGracias por leer y comentar.
No debería usted permitir que su rincón de jubilata se politizara. Es de los pocos sitios que quedan libres del tufo de confrontación que nos intoxica día a día (y me voy a comprar al Día).
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