Este jubilata lleva unos cuantos
días haciendo examen de conciencia por ver en qué momento, como ciudadano
español y, por lo tanto, corresponsable en el devenir histórico de esta cosa que,
provisionalmente, llamamos España, ha oprimido a Cataluña o tiranizado a los
catalanes. Lo que viene a cuento por lo del “Simposio España contra Cataluña”.
De verdad, por darles la
razón a los oprimidos, uno está dispuesto a asumir que es mala persona, que les
explota y les roba; pero por más que se palpa la ropa y se registra los bolsillos,
no se encuentra ni un gramo de expolios, opresión o botines de guerra; apenas
los ahorros de toda una vida de trabajo y la jubilación que se ha ganado tras
cuarenta años cotizando. Y, eso, espero que los patriotas de os Països Catalans
no me lo tomen a mal.
En lo que sí estoy de acuerdo con
ellos es en lo ofensivo que resulta que una asesora del culto ministro de
Cultura, señor Wert, -según el Diario de Mallorca- llame a la Universitat des
Illes Balears para preguntar cuál es el sueldo del epónimo de la cátedra Ramón
Llull. Por lo visto, aun muerto en 1315, aún sigue cobrando por el ejercicio de
su cargo. Pero esa ignorancia de su historia, que es también la de todos
nosotros y de la cultura mediterránea, no sólo ofende a catalano-parlantes,
sino a este jubilata y a cualquier españolito con un nivel cultural tirando a
medianejo.
Pero, claro, el improbable lector
puede reprocharme que el asunto del simposio, supuestamente planteado con rigor
histórico, este jubilata lo lleve a un terreno personal. También un servidor
podría hacerle un reproche, no al improbable lector –que ya hace bastante con
pasarse por esta bitácora– sino a los organizadores de estas jornadas. De la
misma forma que lo definido no puede entrar en la definición, titular “España
contra Cataluña” equivale a condicionar las conclusiones científico-históricas de
los ilustres cráneos. Cada uno de ellos
presenta su ponencia, pero a condición de que de ella se concluya que hay un
verdugo “España”, y una víctima “Cataluña”. No hay nada como el rigor histórico
guiado por la ideología: aquél dirá lo que ésta quiera. Jugando con cartas
marcadas, así cualquiera es buen tahúr. A lo mejor, si lo hubieran titulado “España
y Cataluña ¿Historia de un desencuentro?”…
Aparte que, puestos a buscar una
España opresora, no hace falta irse a Cataluña, es suficiente con echar un
vistazo alrededor, mismamente sin salir del Barrio de la Concepción. Porque, sí
señor improbable lector, hay una España opresora y un pueblo oprimido. Si no,
no tiene más que recordar el agravio histórico del Art. 135 (modificado) de la
actual constitución, ingeniosa forma de opresión, según la cual, se convierte
en Deuda Soberana (con sus buenas mayúsculas, para darle más énfasis) lo que no
es más que el latrocinio de bancos, especuladores y financieros internacionales,
con la connivencia de la casta política.
Saquear las riquezas comunes a todos
los ciudadanos (sean éstos de Palafrugell o de Villaconejos) es una forma de opresión para la que basta con tener mayoría
absoluta en las instituciones y una oposición alicorta y desnortada ¿Para cuándo
un simposio “España-Cataluña contra sus ciudadanos”? Arturo Mas y Mariano Rajoy
serían dos ponentes muy bien informados, cada cual en su área de competencias y
conocimientos.
Pero un servidor lo ignora casi
todo sobre Historia y a lo más que lleva es a vivir su intra-historia; se
siente más unamuniano que gurú de las grandes palabras. Y, para terminar, y por
si acaso he ofendido a algún catalán por el simple hecho de haber nacido en
esta Iberia sojuzgadora, he de recordarle que aquí me nacieron (otra
vez don Miguel) sin que yo tuviera conciencia de ello, ni opción a elegir.
Aparte de eso, creo recordar que al catalán que traté más asiduamente, y de esto
hace ya años, fue a un peregrino jacobípeta de Riudoms (Tarragona), con quien hicimos
gran parte del Camino y compartimos muchas horas de charla y amistad por esos caminos.
Si te ofendí por ser españolito (sucedido para el que no contaron con mi opinión, insisto) ¡Perdona, Jaume Caparró i Cabré! En mi próxima reencarnación pienso nacer Azinhaga, patria chica de don José Saramago, y esa vez con pleno conocimiento de causa.
Si te ofendí por ser españolito (sucedido para el que no contaron con mi opinión, insisto) ¡Perdona, Jaume Caparró i Cabré! En mi próxima reencarnación pienso nacer Azinhaga, patria chica de don José Saramago, y esa vez con pleno conocimiento de causa.
Lo
dicho…
Muy bien JJ. Y si breve...Saludos
ResponderEliminarAnda, que a quién se le ocurre hacer un simposio contra (el resto de) España, en vísperas de Navidad... Estarán los de los cavas que se suben por las paredes. Más tontos no pueden ser esos políticos...
ResponderEliminarMi abuelo nació en Tarrasa, pero yo no se mucho del tema Catalunya como pa opinar... A lo más que conozco es de Serrat.. y de Xavi Hernandez, el jugador del Barcelona, que nació en Tarrasa como mi ilustre abuelo.
ResponderEliminarAlbur!