Dijo la mujer:
"Yo estaba tan enamorada de él… ¿Sabe usted? Y es que estaba tan bueno el tío... No fue por celos, no señor; es que empecé a comérmelo a besos y le fui cogiendo gusto...
El resto del cuerpo lo tengo en el congelador, señor comisario."
Hay amores voraces.
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