Siempre hay quien se las ingenia para sobrevivir en época de crisis. Sin ir más lejos, en la Carrera de San Jerónimo, de 350 diputados, 272 se llevan un sueldo de 3.126 € al mes (más dietas y viáticos, si viven fuera de Madrid) por su cara bonita. ¿Qué hay que hacer para eso? Nada, o casi. Una vez que metes la cabeza en la lista electoral de un partido, sólo tienes que ir a un pleno de tarde en tarde, darle al botón que te digan y ver cómo te llaman “Señoría”. El resto del tiempo te dedicas a tus negocios, que son los que dan dinero e influencias. Lo del sueldo del Congreso, una minucia para ir tapando agujeros.
¿Que vamos para cuatro millones de parados? Minucias, en todas partes muerde la crisis. ¿Que en la supuesta octava potencia mundial se están abriendo comedores de beneficencia para dar un plato a los que antes trabajaban y ahora no se lo ganan? Ya existían ollas comunales en la Argentina de Videla y el país, mal que bien, sigue en pie. Eso a “sus Señorías” no les afecta. Por lo menos, hasta las próximas elecciones legislativas. Para entonces, si la cosa no se ha arreglado, ya irán a hacerse la foto sirviendo un cazo de patatas calentitas al parado.
Lo que no sé es cómo se las arreglarán esos diputados pluriempleados –don Manuel Pizarro con sus 16 cargos, pongo por caso–. Imagino que enviarán a un propio a hacerse la foto delante de la olla común. Luego, en el Photoshop se hace un apaño (quito esta cara, pongo esta otra) y queda de lo más propio en los carteles electorales.
Vista la cosa, he decidido que, en las próximas elecciones, voy a votar al PSB (Partido de la Sopa Boba), del cual soy cabeza de lista. Si consigo un escaño, servirá para complementar la pensión. Mis votantes pueden estar tranquilos porque la jubilación es incompatible con actividades en la empresa privada y no pienso dar golpe. A lo que no renuncio es a apretar el botoncito de mi escaño, que eso sí que me hace ilusión enorme.
¿Que vamos para cuatro millones de parados? Minucias, en todas partes muerde la crisis. ¿Que en la supuesta octava potencia mundial se están abriendo comedores de beneficencia para dar un plato a los que antes trabajaban y ahora no se lo ganan? Ya existían ollas comunales en la Argentina de Videla y el país, mal que bien, sigue en pie. Eso a “sus Señorías” no les afecta. Por lo menos, hasta las próximas elecciones legislativas. Para entonces, si la cosa no se ha arreglado, ya irán a hacerse la foto sirviendo un cazo de patatas calentitas al parado.
Lo que no sé es cómo se las arreglarán esos diputados pluriempleados –don Manuel Pizarro con sus 16 cargos, pongo por caso–. Imagino que enviarán a un propio a hacerse la foto delante de la olla común. Luego, en el Photoshop se hace un apaño (quito esta cara, pongo esta otra) y queda de lo más propio en los carteles electorales.
Vista la cosa, he decidido que, en las próximas elecciones, voy a votar al PSB (Partido de la Sopa Boba), del cual soy cabeza de lista. Si consigo un escaño, servirá para complementar la pensión. Mis votantes pueden estar tranquilos porque la jubilación es incompatible con actividades en la empresa privada y no pienso dar golpe. A lo que no renuncio es a apretar el botoncito de mi escaño, que eso sí que me hace ilusión enorme.
Suscribo lo dicho. ¿Dónde hay que afiliarse al PSB?
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