martes, 13 de diciembre de 2011

RSTU-23-AX001, enamorado.-

Todos estaban de acuerdo en que aquello no era normal. El androide RSTU-23-AX001 estaba enamorado. En aquel asteroide de nombre Ubicuo, todo el mundo sabía que los androides de la serie RSTU, aparte no sentir emociones -como cualquier utensilio cibernético- cumplían una función social degradada: asistir a los mítines electorales.
En una sociedad evolucionada como aquella de Ubicuo, los políticos eran una casta desconectada de cualquier actividad productiva, social, económica y culturalmente hablando. Eran vestigios de un estadio de civilización inferior que habían sido declarados "Curiosidad Ancestral", lo que les había librado de su extinción.

Dicha casta, cerrada sobre sí misma y desconectada de la vida real del asteroide, mantenía pautas de comportamiento ancestrales que requerían un público entregado que se apasionase por sus discursos y promesas. Y como los asteroidanos de Ubicuo tenían cosas más importantes que hacer antes que ocuparse de las monsergas políticas (grandes promesas, grandes corrupciones, grandes palabras, grandes escándalos...), decidieron crear una masa de androides de raza inferior que clasificaron como de serie RSTU. Estos androides no tenían más cometido que jalear políticos, llenar estadios en época electoral, aplaudir discursos, reponder encuentas sobre preferencias políticas y todas las nimiedades que vienen al caso.

Razón por la cual se fabricaban con materiales de baja calidad y se utilizaba personal no cualificado en su ensamblaje, ya que suponían un costo considerable al erario público de Ubicuo. Por eso sorprendió que el androide 23-AX001 andubiese enamorado como gato en febrero, aunque esta y no otra fue la razón del anormal comportamiento del individuo en cuestión, a saber: la baja calidad de sus materiales.

En efecto, analizados los componentes de 23-AX001, se descubrió que, junto a circuitos no homologados, cableado recuperado de viejos edificios, chapas de hojalata Litoral y antiguas bombillas incandescentes, le habían ensamblado el corazón defectuoso de un cardiaco al que habían implantado otro de óptima calidad. Dada su condición de semi-humano, los Ubicuos se encontraron ante un problema ético que no sabían cómo resolver, así que al androide 23-AX001 le pusieron un bypass en el músculo cardiaco y unos remaches de urgencia en el revestimiento corporal de lata y le dejaron ir.
Pronto se supo que el androide semi-humano no asistía más que a los mítines de una tal Urania D´Khôspedall, por quien sentía una pasión sin limites. El viejo corazón infartado le latía con desacompasado fervor dentro de su revestimiento de hojalata Litoral y atronaba con sus aplausos cualquier intervención de su amada.

Fue una situación inusitada, ya que el resto de los androides filopolíticos (que así los conocían comúnmente los asteroidanos) se limitaban a los gritos de apoyo estandarizados y a los aplausos de manual, de acuerdo con la programación impresa en su memoria RAM. Por un tiempo, en el asteroide Ubicuo fue motivo de distracción ver los debates políticos donde participaba Urania D´Khôspedall y escuchar los gritos de entusiasmo de su enamorado 23-AX001, que producían mucho regocijo entre los televidentes.

Fue una lástima que al androide, en plenas elecciones autonómicas, le diera un zamacuco cardiado al depositar su voto en la urna donde votaban los filopolíticos de la serie RSTU, de acuerdo, no con el programa político, sino con el impreso en sus circuitos. Se le inutilizó el corazón y hubo que someterlo a un nuevo proceso de reciclado. Esta vez, para que no hubiese errores, se le sustitúyó el viejo corazón infartado por una bomba aspirante-impelente de un pozo y se le asignó la denominación RSTU-23-AX001subB.

Y es que en el asteroide Ubicuo se reciclaba todo. Todo menos los políticos, que creían por generación espontánea gracias a su estatuto de "Curiosidad Ancestral".

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